Los restos de alrededor de 250 personas asesinadas por los militares el 12 de febrero de 1982, en el contexto del conflicto armado interno, fueron por fin retornados a su pueblo natal Trinitaria, en Ixcán, Quiché, el pasado 17 de noviembre de 2022.
De acuerdo a los testimonios de los familiares, los crímenes fueron ejecutados por soldados del ejército del Estado guatemalteco, los cuales mataron a casi toda la comunidad y posteriormente arrojaron sus cuerpos a una fosa y les prendieron fuego.
Las restos óseos fueron encontrados bajo el piso de un establecimiento escolar. El viernes de la semana pasada, lo que queda de sus huesos fueron sepultados en el cementerio de la aldea.
Un grupo de investigación perteneciente al Centro de Análisis Forenses y Ciencias Aplicadas, en 2018 comenzó el trabajo de exhumación de las osamentos en la escuela del lugar. La tarea duró varios años debido a que las puebas de ADN fueron dificultadas por el pésimo estado de los restos calcinados de las víctimas.
En el cementerio de Trinitaria permanecerá la memoria de un episodio del espanto de una guerra que se extendió por 36 años y que dejó un saldo de aproximadamente 200 mil personas muertas, más del 90 por ciento de ellas ejecutadas por el terrorismo de Estado y la tutela de Washington.