Este sábado 28 de enero, fue asesinado el defensor del pueblo garífuna, miembro de la Organización Fraternal Negra de Honduras, Ofraneh, y parte de la comunidad de Triunfo de la Cruz, Ricardo Arnaúl Montero, en su propia localidad, situada a pocos kilómetros de la la turística comuna de Tela.
La Ofraneh declaró que no aceptarán la normalización de la matanza y desaparición de las personas de su pueblo, y agregaron que las autoridades de Honduras se limitan a tuitear su malestar, pero no realizan nada para ofrecer la titularidad y saneamiento de sus territorios, ni terminar con el terror a la que están sometidas sus comunidades.
Los habitantes del Triunfo de la Cruz han acusado en innumerables oportunidades y con datos específicos las amenazas de muerte contra los garífunas que hacen parte del comité de tierras, una entidad creada en 2015 a partir del fallo evacuado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, respecto de la legítima propiedad de la tierra del pueblo garífuna.
La Ofraneh señaló que los asesinatos funcionan como extorsión para la entrega territorial a la llamada mafia de la capital hondureña, en la que se coluden empresarios y burócratas.
Igualmente, la comunidad negra denunció el constante hostigamiento y amenazas de los propietarios del complejo turístico de Playa Escondida, que es parte del territorio garífuna, pero al que está prohibido visitar, pese a que allí se encuentra un cementerio ancestral.
Además expresaron que la CIDH ordenó la devolución de Playa Escondida a la comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz. Sin embargo, el gobierno no restituye los territorios ni investiga la desaparición de cinco integrantes del pueblo ocurrida en 2020.