– ¿Qué es la Coordinadora Secundaria Revolucionaria (CSR) y cómo nace, Almendra y Violeta?
Un espacio de articulación y encuentro de estudiantes secundarios y secundarias de distintas casas de estudio en la Región Metropolitana y Valdivia.
Nace en el contexto de la vuelta a clases el año pasado, donde luego de 2 años de clases telemáticas volvimos a nuestros liceos y vislumbramos que las condiciones en que se encontraban no habían mejorado nada durante este tiempo. La paupérrima infraestructura y alimentación, los casos de abuso y acoso, la pérdida de contenidos entre otras problemáticas impulsaron movilizaciones y tomas parceladas en distintos establecimientos a nivel nacional. En este contexto se ve la necesidad de agrupar las luchas para golpear como un solo puño. En primera instancia, como articulación para protestas de los liceos de Santiago principalmente, para luego avanzar en la mirada de agrupar a todos los liceos a nivel nacional, viendo la necesidad de luchar por demandas comunes y transversales.
– ¿Cómo evalúan el estado actual de la educación secundaria?
Existe una crisis en la educación, en el marco de una crisis generalizada, donde quienes pagamos los platos rotos somos lxs estudiantes populares y nuestras familias. En la actualidad vemos que los establecimientos donde nos educamos lxs hijxs de la clase trabajadora no tienen las condiciones para recibirnos, donde no nos podemos alimentar para sobrellevar una jornada escolar completa, con nula preocupación por el bienestar de lxs estudiantes y su salud, tanto física como mental. Donde hay una importante brecha entre la educación que reciben quienes pueden pagar por su educación y quienes no, y donde cerca de 50 mil compañerxs tuvieron que desertar de la educación solo el año pasado porque los liceos no se encargan de generar ni asegurar las condiciones para que sus estudiantes puedan darle continuidad a sus estudios, además de los miles de niñxs y jóvenes que no pueden acceder a la educación formal por la falta de liceos en algunas regiones de nuestro país.
– ¿Cuáles son las demandas que han impulsado y cuál ha sido la respuesta del gobierno?
Hemos impulsado 6 demandas que luego de un proceso de discusión y estudio colectivo identificamos como fundamentales para el mundo secundario, expresadas en el petitorio único secundario. Estas son las condiciones mínimas para poder estudiar (infraestructura, salud mental, alimentación y transporte asegurados), la educación sexual integral, la creación de protocolos eficaces contra la violencia patriarcal, las prácticas y herramientas pagadas y aseguradas para los liceos técnico-profesionales, el fin a la Prueba de Acceso a la Educación Superior y la derogación de la ley Aula Segura.
La respuesta por parte de este supuesto gobierno ha sido nefasta, primero partiendo por comentar que las demandas que impulsamos fueron comunes en distintos petitorios de distintos liceos, y el ministro Marco Antonio Ávila habló en septiembre de 2022 sobre no tener conocimiento de ningún petitorio, dando respuestas de manera parcelada solamente a liceos con una importante tradición de movilización y relevancia mediática como los liceos emblemáticos, sin preocuparse de la situación de la totalidad de lxs estudiantes del país. Acompañado de infructuosas mesas de diálogo o trabajo, que en lugar de otorgar soluciones a las problemáticas de lxs estudiantes sólo buscaron cooptar la movilización y dilatar los procesos de negociación.
Con esto queda demostrado que el interés de este supuesto gobierno del pueblo únicamente es cuidar sus propios intereses y criminalizar y reprimir a los sectores que se mantienen en pie de lucha, especialmente a lxs estudiantes movilizadxs. A finales del año pasado Marco Antonio Ávila respondió a nuestro emplazamiento sin dar ninguna respuesta concreta para lxs estudiantes.
– Se viene un nuevo año escolar, para ustedes ¿Cuáles son los desafíos para el movimiento estudiantil?
Para nosotrxs el movimiento estudiantil tiene importantes desafíos ya trazados desde hace tiempo, como por ejemplo la necesidad de la lucha en unidad, ampliando las movilizaciones más allá de los sectores más politizados; la descentralización de la lucha llegando a la mayor cantidad de estudiantes, especialmente a lxs estudiantes de los sectores periféricos y técnico-profesionales. De la mano con esto, poder avanzar en dotar de contenido y volver nuestra lucha un elemento sentido y entendido para todos los actores de nuestros liceos, estudiantes, trabajadores de la educación, apoderadxs, etc. Apostamos a avanzar en la lucha en unidad entre trabajadorxs y estudiantes, levantando demandas conjuntas.
También apostamos en esta vuelta a clases por la reactivación de la protesta y organización, sabemos que está es la única forma en la que avanzamos y nos queda mucho por lograr y por lo que pelear. Nuestras demandas continúan más vigentes que nunca, la situación de nuestra educación y de nuestras familias no mejora, por lo tanto, sigue más que justificada nuestra rabia y ganas de transformar nuestra educación y sigue en nuestras manos conseguirlo. A continuar avanzando en la articulación de lxs estudiantes que luchan.