Autor: Andrés Figueroa Cornejo
Por eso, en esta reflexión sobre el movimiento obrero y sus desafíos en la actualidad, hay que recuperar el 2001 argentino, clara manifestación de resistencia a la ofensiva del capital contra el trabajo.
La organización revolucionaria se mostró esperanzada en que el 2023 el actual gobierno pueda dejar definitivamente atrás al viejo régimen, cuyo poder se extiende en los distintos ámbitos del Estado y no termina de hostigar, perseguir y asesinar a todos quienes, a través de sus luchas, ponen en entredicho los intereses del capitalismo neoliberal y el guerrerismo de sus movimientos.
“Nuestra supervivencia requiere que luchemos una batalla por el poder político; arrebatar el poder a las multinacionales y sus agentes políticos, burocráticos y militares antes de que sea demasiado tarde».
La academia a menudo presenta a Émile Durkheim como un sociólogo que proporcionó ideas atemporales. Pero su sociología es inseparable de los amargos conflictos de clase de la Tercera República francesa y de su profunda hostilidad al cambio revolucionario.
En su alocución, Luis Arce, aseguró que ya se camina en la senda del crecimiento económico equitativo y con justicia social, pese a las notables desigualdades que marcan aún a la sociedad boliviana y que es preciso contrarrestar multidimensionalmente y con solidaridad. Al respecto, el presidente recordó que, de acuerdo a la Cepal, Bolivia será el país con mejores perspectivas para reducir la extrema pobreza durante el 2023.
Espero que nuestro gobierno (hoy, Gabriel Boric Font) se instruya debidamente sobre este asunto (no sólo a través de opiniones de ignorantes y ambiciosos parlamentarios menguados fácilmente por la cocina y atenciones dadivosas marroquíes) y decida, por fin, reconocer oficial y diplomáticamente a la República Árabe Saharaui Democrática.
El texto que sigue a continuación pertenece al escritor y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini y apareció en la revista Tempo un 4 de enero de 1969. El artículo integra una columna que Pasolini escribía habitualmente para ese medio de comunicación, bajo el nombre de «El Caos». Se refiere a la Navidad y fue escrito al calor de una época, pero aún guarda una evidente actualidad.
–Decile a… –susurró el niño–. Decile a alguien, que yo estoy aquí.
Durante la pandemia, cuando la mayor parte del mundo experimentó una dramática pérdida de sus medios de subsistencia, los diez hombres más ricos del mundo duplicaron sus fortunas.
El valor del trabajo, por consiguiente, es el equivalente del tiempo de trabajo socialmente necesario para reproducirlo, o dicho de otro modo lo que cuesta producir y mantener vivo al currante cuya fuerza de trabajo se transa en el mercado. En los días de nuestra enceguecedora modernidad a ese valor le llaman salario.