Andrés Figueroa Cornejo
Tras de la clausura del III ciclo de Diálogos de Paz en La Habana entre el ELN y el Gobierno, el Comando Central de la agrupación revolucionaria advirtió que «se han dado a conocer varias interpretaciones de los Acuerdos. No es malo que se haga el ejercicio de interpretar, sólo que en esta oportunidad se pretende torcerlos. Se ha dicho que el fin del Conflicto está pactado para mayo de 2025, que antes de esa fecha se van a conversar otros temas de la Agenda, etc.». Sin embargo, la insurgencia rojinegra fue tajante en señalar que «Los Acuerdos no son de libre interpretación: es la Mesa de Diálogos quien regula todo, es un acuerdo entre dos partes, no lo que se le ocurra a una de ellas. Lo que se hará se define en la Mesa de Diálogos, por eso no es recomendable exponerse».
«La derecha dice que el ELN le está metiendo goles al Gobierno, con la intención de capitalizar una opinión favorable a sus intereses en las próximas elecciones regionales, y los integrantes del Gobierno tratan de defenderse de dichos ataques sin medir las afecciones que pueden causarle al Proceso de Paz en curso», agregó la guerrilla, e indicó que esas interpretaciones parecen manifestarse como distintas a los acuerdos firmados en la Mesa de Diálogos, pero en realidad sólo corresponden a las perspectivas de quienes las emiten y que están asociadas a las desmovilizaciones que se vivieron en el pasado con el M-19 y la ex-Farc.
El ELN planteó que semejantes lecturas estiman que es preciso ‘ayudarles’ a desmovilizarse para acelerar su legalización, como si fuera un grupo político sin rumbo, «y no una Organización Armada Rebelde que ha hecho uso del Derecho a la Rebelión».
En el mismo sentido, el ELN recordó que las guerrillas del M-19 y la Farc, en efecto, consideraron que se podían realizar las transformaciones necesarias que demanda la inmensa mayoría de la sociedad colombiana a través de derroteros institucionales y legales; pero que luego de largos años de negociaciones y distribución de cargos parlamentarios no ha cambiado en nada el país, «pues siguen pensando en las mismas lógicas de gobiernos pasados: que todo sería mejor si no existiese guerrilla».
El ELN manifestó que en la actualidad existen sectores del Gobierno que les acusan de ‘uribistas’ porque la agrupación revolucionaria no alaba la presente administración del Ejecutivo. No obstante, la formación camilista dijo que «ante los ojos de todos está la claridad que un Gobierno que no cuenta con una mayoría parlamentaria está expuesto a negociaciones con los Partidos de la vieja política y los desteñidos del ‘centro’; y si la izquierda gubernamental se hace funcional a esos pactos, todo quedará en el tradicional reformismo, paños de agua tibia para seguir con las mismas enfermedades», y añadió que, «Se confía primero en las alianzas parlamentarias, pero cuando todo está en riesgo, se acude a la movilización popular, cuando debería ser al revés».
El ELN enfatizó que aunque facciones, tanto del Gobierno como de la derecha, piensen que se va a repetir la historia que ocurrió con las guerrillas que se desmovilizaron, ahora «no será lo mismo. La paz no puede asociarse a la desmovilización del ELN».
Al respecto, la organización revolucionaria expresó que «la Solución Política debe llevarnos a transformaciones reales para Colombia que redunden en justicia social, democracia, equidad, término de la persecución política contra los luchadores sociales y libertad para los presos políticos», y que, «Con el Cese el Fuego le abrimos el camino a la Participación de la Sociedad, para que todos los colombianos discutamos sobre los problemas que padece nuestro país y, entre todos, con base en un Acuerdo Nacional, formulemos las transformaciones, y la implementación de dichas transformaciones sea la concreción de la Salida Política. Esa es la diferencia de esta vez».