El mural de retablos transportables “La sinfonía inconclusa”, de Solón será expuesta por primera vez en una muestra del maestro Walter Solón Romero Gonzales que se inaugurará el próximo martes.
Según la Fundación Solón, la exposición “Los secretos en la obra de Solón” se inaugurará a las 18h30 en la Fundación Patiño, ubicado en la avenida Ecuador, esquina Rosendo Gutiérrez, en la ciudad de La Paz.
Se trata de la segunda muestra que se exhibirá en el marco de la celebración del centenario del nacimiento del muralista boliviano. El público podrá visitar la muestra de lunes a viernes de 10h00 a 19h30 en la Fundación Patiño hasta el 27 de julio.
“Los secretos en la obra de Solón” está formada por casi medio centenar de trabajos del artista que van desde los tapices de técnica andina y técnica francesa, diferentes tipos de grabados, pinturas sobre papel de corteza de árbol, piroxilinas de pequeño y gran formato, pasteles, dibujos de diferentes épocas con una selección de Quijotes, y proyectos de mural que demuestran la maestría y pasión de Solón.
Esta será la primera vez que se podrá apreciar la obra “La sinfonía inconclusa” una composición de retablos que Solón no pudo terminar debido a su temprana partida en 1999.
La exposición se denomina “Los Secretos en la obra de Solón” porque el “pintor de la revolución” tenía una cierta fascinación por los enigmas.
En sus obras dejó diferentes mensajes visuales para que el observador cargado de imaginación pudiera descifrarlos. En algunos casos escribió versos y dibujos detrás de los paneles de sus murales para que pudieran ser leídos el día que, por alguna razón fueran desmontados.
En varios de sus trabajos jugó con un trazo elegante y fino que esconde diferentes imágenes que pasan desapercibidas a primera vista. En otras obras recurrió al color para provocar la sensibilidad del espectador en busca de transmitir aquello que no habría de comunicar con figuras.
En muchas ocasiones, el artista pintó personajes que hacen referencia a pasajes poco conocidos de la historia del país o de su propia vida.
Para Solón, el resultado estaba íntimamente ligado a los secretos de su creación, al cómo y porqué fueron concebidos, a las técnicas y materiales empleados, a las innovaciones de los procedimientos.
Por eso le encantaba el oficio de la pintura mural al fresco y desarrolló la técnica del cemento grabado a base de aditivos de origen vegetal, y experimentó con papel amate de corteza de árbol.
Solón, antes que explicar lo que había pintado, tejido o grabado prefería incitar a que cada persona contemple con detenimiento su obra, para desentrañar los símbolos y metáforas que había dejado sobre el pasado, presente y futuro.
El 27 de julio, fecha en la que falleció el muralista hace 24 años, se llevará a cabo un conversatorio a las 18h30 sobre “Solón y los artistas del siglo XX”, un diálogo sobre sus interacciones con Cecilio Guzmán de Rojas, Luis Luksic, Juan Rimsa, Alandia Pantoja, Marina Núñez del Prado, Gil Imana y muchos otros creadores.