Andrés Figueroa Cornejo
Jorge Pizarro, uno de los voceros del Primer Encuentro Nacional de Regiones y del Pueblo Organizado, comunicó que la instancia resolvió llevar a cabo diez días de movilizaciones y protestas con el propósito de demandar la renuncia de la dictadora Dina Boluarte.
El portavoz del movimiento popular y democrático informó que la convergencia amplia diseñó una plataforma de acuerdos, desdeñando los tópicos sectarios. De este modo, las manifestaciones se harán efectivas entre el 19 y 28 de julio, día de la independencia del Perú.
Pizarro explicó que los propósitos de las movilizaciones, junto con exigir el fin de la autocracia de Boluarte, son instalar con fuerza la necesidad mayoritaria para que se efectúen elecciones generales lo antes posible, así como una asamblea constituyente.
Las representaciones regionales participantes en el encuentro se comprometieron a enviar numerosas delegaciones de personas a Lima, en el marco de una manifestación popular que ya no se llamará Toma de Lima, debido a las connotaciones violentas con las que los medios masivos de comunicación en poder de los intereses del gran empresariado y el régimen, pretenden estigmatizar toda protesta contra la dictadura.
En consecuencia, las manifestaciones fueron bautizadas como Jornada Nacional de Movilización Popular Permanente, y estarán compuestas por agrupaciones regionales, de trabajadores y campesinas de todo el Perú, junto a las formaciones de vecinos de las zonas más empobrecidas de la capital, las centrales obreras, Rondas Campesinas, entre otras organizaciones.
Entre diciembre y marzo últimos, inmediatamente después del golpe de Estado cuyo rostro visible tras los intereses de Washington y las clases dominantes, es Dina Boluarte, fueron masacradas alrededor de 70 personas que intentaron resistir la asonada dictatorial. Por ello, los organizadores de las protestas resueltas esperan contar con observadores internacionales de derechos humanos.